¿A qué nos referimos con avances en salud digital y la relación de la salud en general? ¿Cómo es su aplicación dentro del sistema de salud? Iniciaremos analizando cómo surgió. Para nuestra población joven muy acostumbrada a su uso y utilidad, no representa cambio alguno, es natural que siempre pregunten por qué nos tardamos tanto. A las personas mayores nos cuesta entender las mismas y muchas veces las rechazamos porque no las logramos aplicarlas. Desconocemos su manejo, se convierten en herramientas complejas y de difícil uso, pero se debe entender que la vida cambia, y los cambios que se producen en la actualidad se dan rápidamente, el mundo actual está sistematizado y cada cambio trae consigo otros cambios. Basta con observar nuestro alrededor, ver qué medios se utilizan para la comunicación.
A partir de los años 90’s, el boom a nivel mundial fue el Internet, con ello muchas de las industrias se dinamizaron, entre ellas la comunicación, se acortaron distancias y costos con tan solo apretar un botón. Estos sistemas avanzaron a pasos agigantados, dejando a un lado esquemas obsoletos del quehacer diario y la vida se convirtió en algo más sencillo y práctico.
Actualmente, la telefonía móvil es el principal servicio de comunicación utilizado en Guatemala, considerándose una herramienta fundamental para el desarrollo, siendo utilizada en un 80% de los hogares de este país. Paradójicamente, existen 20.8 millones de líneas móviles activas según datos de la superintendencia de telecomunicaciones (2019), es decir que hay guatemaltecos que utilizan más de un aparato móvil, teniendo factores que inciden en la implementación de nuevas tecnologías o servicios tecnológicos en los dispositivos, los cuales adaptamos sobre todo al trabajo.
La salud, por ende, no debe quedar fuera de la transformación digital social. Muchas personas recurren a consultar dentro del círculo social, con un profesional del vecindario, familiar, o bien se dirigen a la farmacia a hablar con el dependiente consultando para una u otra afección. Algunos casos tratados con éxito, otros más graves finalizan en emergencia y con complicaciones mayores. Estos son riesgos que se enfrentan al no consultar con un profesional de la salud.
La salud y la tecnología
En cuanto a la salud, siempre se habla del desarrollo de políticas, el fortalecimiento del sector, disminución de las desigualdades existentes que afectan en todo sentido, sin embargo, no se ha tenido un avance que cumpla con el objetivo de brindar acceso universal en salud.
En Guatemala, casi el 80% de los médicos se sitúa en el área metropolitana, sobre todo los especialistas, otro 15% en las cabeceras departamentales o municipios más grandes, y solo un 5% viaja a ciertos lugares remotos, siempre y cuando se cuente con accesabilidad (Que no esté muy alejado de la cabecera departamental), servicios básicos (agua potable, energía eléctrica, Internet, etc.), entre otros. El resto de la red de salud se compone de auxiliares de enfermería con libros protocolizados , comadronas, dependientes de farmacia, o ancianos que a través de la experiencia han aprendido a prescribir.
A pesar de los avances en el sistema de salud, se presenta muy poco en cuestión de salud digital, viéndose mermado además por una crisis institucional, brindando poco acceso y cobertura en los servicios básicos de la misma (Menos de 18 médicos, 59.7 enfermeras y 6.7 odontólogos por cada 10,000 habitantes)
A pesar que desde el año 2005, la Organización Panamericana de de la Salud (OPS/OMS), lanza el término Cibersalud, es hasta el 2,011 cuando aparece el término TeleSalud / Telemedicina, como un pilar de las estrategias nacionales de eSalud en las Américas, impulsado mayormente por el crecimiento demográfico y la necesidad de lograr una mayor cobertura, a costos razonables, de forma eficaz y oportuna, basándose en tres ejes primordiales de salud: 1. Prevención para garantizar una mejor calidad de vida; 2. Gestión responsable de los recursos priorizando en que sean eficaces; 3. Mantenimiento de relaciones equilibradas entre paciente-profesional y profesional-profesional, para la acertada toma de decisiones.
Telemedicina en Guatemala
El acceso universal a la salud, debe ser considerado como una prioridad para cualquier gobierno. Este se ve afectado por los distintos cambios demográficos, limitaciones económicas, corrupción, entre otros, frenando el desarrollo en la aplicación de los diversos programas de salud. La salud obtiene cambios sustanciales día con día, siendo para los países en vías de desarrollo, muy costosos en su aplicación. En búsqueda de alternativas para poder asegurar la sostenibilidad de los programas de salud a nivel nacional, por fin se acepta el término de Telemedicina.
En el caso de Guatemala, a pesar de algunas iniciativas previas impulsadas por organizaciones sin fines de lucro, es hasta en el 2,018 que se inicia a socializar el concepto con la población. En la actualidad, el sector público sigue ajeno a la aplicación de la telemedicina y son muy pocas entidades en la práctica privada que han tomado el reto, empezando con un total de ocho, de las cuales, a la fecha, solamente quedan en función tres.
La Telemedicina, llena ese espacio importante que, tanto el sistema, como el profesional dejan de cubrir por cualquier justificación. En la actualidad hay un importante aumento de enfermedades crónicas, la población está envejeciendo y cada vez existen más casos catastróficos por la automedicación o por diagnósticos erróneos de personas no calificadas. El impacto económico de los daños causados oscilan entre, Q 1,500,000,000 y Q 2,000,000,000 (Entre 190,000 a 260,000 USD) anuales en nuestro país. Otro problema nace de la prescripción por vía de mensajería instantánea o por la vía telefónica, con un pariente o amigo profesional de la salud, misma que se convierte en ineficaz dado que muchas veces por evitar el fastidio o no contar con la historia clínica, se extienden prescripciones incorrectas, desvirtuando la profesión y el objetivo de la asesoría. Dichos problemas conllevan a una necesidad para tener un servicio médico ágil, eficaz y a bajo costo.
Dentro de las grandes ventajas en la aplicación de la Telemedicina en nuestro contexto, podemos mencionar: Menos prescripciones erróneas, inmediatez en la atención, prevención para mejorar la calidad de vida del individuo, monitoreo constante, solución de los problemas de salud, gestión adecuado de recursos limitados, aumento de productividad de las personas económicamente activas, disminución de costos en traslados, y sobre todo, un impacto sustancial en la reducción del gasto de bolsillo de los pacientes.
Uno de los grandes retos, más allá de la adopción de la tecnología en sí, es contar con profesionales de salud calificados que con una actualización permanente de su conocimiento, se apoyen en herramientas tecnológicas para llevar a cabo la prestación de servicios de salud.
También deben existir normativas nacionales para contar con plataformas seguras para comunicarse con el médico por distintas vías y de forma escalable, que permitan generar prescripciones o solicitudes digitales de exámenes médicos, a la vez de contar con las certificaciones necesarias que aseguren la protección de la información del paciente y el debido control del expediente e historia clínica (Por ejemplo: Certificación HIPAA de Estados Unidos, ISO 27000, entre otras).
De cara al futuro para el Acceso Universal en Salud
La telemedicina tiene todo el potencial de aportar beneficios al sistema de salud, los cuales tienen que amplificarse y mejorar, ofreciendo calidad, eficacia, seguridad y rentabilidad para el paciente como para el sistema. Las plataformas tecnológicas deben contribuir con agilizar los servicios, facilitar el control sobre el seguimiento y aplicación de planes de prevención, garantizar la atención las 24 horas del día y los 365 días del año, reducir los costos de atención, brindar escalabilidad en la atención llegando a los lugares más remotos a través de un teléfono, una computadora, tableta u otro dispositivo electrónico; garantizar una pronta resolución de los problemas, mejorar la comunicación entre profesional de la salud – paciente, asegurar la asesoría por personal profesional calificado, y promover la educación médica continua y la del mismo paciente.
Todo este conjunto de herramientas, aunque evolucionan rápidamente día a día, deben priorizar el objetivo por el que fueron creadas: Hacer más humana la atención a través de la tecnología. Aunque, la Telemedicina no pretende sustituir las consultas presenciales, es un medio para brindar asesoramiento profesional a todas las personas, en especial a los más necesitados.
Gustavo Adolfo Samayoa García, es médico y cirujano, y asesor médico para Guatemala en Family Card Health.
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