Entre el 24 y el 30 de abril del 2021, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y sus socios celebraron la 19ª Semana de Vacunación en las Américas bajo el lema “Las vacunas nos acercan. #Vacunate”, este año, en medio de la pandemia de COVID-19 y con una alta inequidad en el acceso a las vacunas, lo cual ha puesto de manifiesto nuevamente la diferencia entre los países ricos y el resto del planeta.
Sin embargo, los retos en cuanto a los sistemas de información de inmunizaciones tanto para la logística y cadena de abastecimiento, el registro, carnetización y vigilancia de los eventos adversos supuestamente atribuidos a la vacunación e inmunización (ESAVI), visto desde una forma holística han sido similares, al menos en la región de las Américas.
Diseño Integrado de los Sistemas de Información de Inmunizaciones
De acuerdo al documento publicado por OPS, “Registro nominal de vacunación electrónico: consideraciones prácticas para su planificación, desarrollo, implementación y evaluación”, los sistemas de información de inmunizaciones deben estar integrados por los siguientes subsistemas:
- Registros Nominales de Vacunación Electrónicos (RNVe)
- Cadena de Suministros
- Vigilancia de Enfermedades Prevenibles por Vacunación (VEPV)
- Vigilancia de Eventos Supuestamente Atribuibles a la Vacunación o Inmunización (ESAVI)
A la vez, los sistemas de información de inmunizaciones representan un subsistema dentro del Sistema de Información para la Salud, que tiene su marco de gobernanza en la estrategia nacional de salud digital.
Este marco sistémico abordado desde la visión holística de la transformación digital incluye las dimensiones de gobernanza, datos y procesos, capital humano y tecnologías digitales, como ejes transversales para garantizar el impacto esperado en cuanto a cobertura, acceso, eficiencia y transparencia.
Situación en la Región de las Américas
Durante el Webinar “Vacunación contra COVID-19 y Salud Digital”, realizado en febrero de 2021, la Dra. Martha Velandia, Asesora Regional de Inmunizaciones de la OPS, compartió que en la región de las Américas al año 2020, la situación de implementación de los registros electrónicos de vacunación era la siguiente:
| Totalmente Implementado | Parcialmente Implementado | Fase Piloto |
| Chile Uruguay Panamá Guatemala Belice Curacao Barbados Estados Unidos Colombia Honduras Granada | México Brasil St. Kitts and Nevis Costa Rica Argentina Ecuador Perú | Bolivia Montserrat Turks and Caicos Venezuela Islas Vírgenes Británicas Paraguay Bermuda Anguilla Bahamas |
*El resto de los países de la región que no aparecen en la lista es porque no se cuenta con datos sobre ello.
Por otra parte, de acuerdo a los resultados de la “ENCUESTA REGIONAL SOBRE EL ESTADO DE LOS SISTEMAS DE INFORMACIÓN PARA LA VIGILANCIA DE ESAVI” realizada por la OPS a final del 2020, en la región de América Latina y El Caribe existen tres categorías de madurez para la gestión de información para la vigilancia de los ESAVI:
- Categoría A (62% de los países encuestados), basado mayormente o en su totalidad en el uso de papel, contando eventualmente con el uso de herramientas como Microsoft Excel para tabular datos.
- Categoría B (21% de los países encuestados), dónde existe un sistema de información fragmentado, con más de 1 base de datos en distintos formatos electrónicos y sin interoperabilidad entre las mismas.
- Categoría C (17% de los países encuestados), con un sistema de información nacional tecnológicamente robusto, con una gobernanza definida y con la posibilidad de interoperar electrónicamente con otros sistemas de información.
Respecto al avance de los países en la gestión de datos de la cadena de suministros y Vigilancia de Enfermedades Prevenibles por Vacunación (VEPV), no se encontró información.
Vacunas contra COVID-19 y su Impacto en los Sistemas de Información de Inmunizaciones.
La pandemia de COVID-19, como hemos mencionado anteriormente, ha acelerado el uso de las tecnologías digitales en el sector salud, sin embargo, no necesariamente con una visión integral de transformación digital. Esta situación es comprensible dado que en una emergencia sanitaria de la magnitud de la que estamos viviendo, se torna muy difícil (sino imposible), hacer un proceso ordenado como sucedería en condiciones “normales”, aunque la realidad de muchos sistemas de salud en los países latinoamericanos es de emergencia permanente.
Lo anterior, no exime del impacto que se tendrá producto de la selección de la estrategia digital a utilizar. La lógica en la gestión de emergencias, es apoyarse en las estrategias digitales maduras o en fase de maduración partiendo de un principio, no escrito pero esencial, “lo que funciona no se toca”. Sin embargo, muchos gobiernos han preferido “reinventar la rueda” y han decidido afrontar en plena pandemia desarrollos “a la medida” o soluciones de terceros, abiertas o propietarias, desconociendo lo que ya existe en el país y que puede ser menos complejo de adaptar y escalar en un tiempo corto. Mucho de esto está estrechamente vinculado, en mi opinión, a dos factores:
- Decisión en cuanto a las herramientas digitales a utilizar desde el nivel presidencial, confiando más en la opinión de asesores que en la de los ministerios de salud y entes especializados.
- Liderazgo del tema de sistemas de información por profesionales de informática y no por profesionales con experiencia en informática en salud pública y salud pública digital.
El primero (gobernanza), el segundo (datos, procesos y capital humano), reafirman que si el abordaje, aún emergencia, no se ve desde una visión holística de transformación digital, los resultados no pueden ser los esperados en cuanto a eficiencia, acceso y transparencia.
Un gran maestro de salud pública me dijo una vez “una epidemia mal gestionada bota presidentes”, en clara referencia a que la salud pública tiene un componente político muy fuerte y, en la era de la interdependencia digital, esto se traslada a las estrategias de salud pública digital.
La vacunación, desde que Edwar Jenner en 1796 que inoculó a su primer paciente contra la viruela, ha sido el mecanismo más usado por la humanidad para la prevención de las enfermedades, y en la pandemia de COVID-19, la vacunas se han vuelto un bien preciado, solo al alcance de los privilegiados. Con este escenario, contar en los países de bajos y medianos ingresos con la distribución más eficiente y el acceso más equitativo para la población, es esencial para no agudizar más aún la inequidad global. Es por ello que el abordaje de la transformación digital en salud para los sistemas de información de inmunizaciones, de una forma integral y holística, representa una oportunidad para los países de nuestra región. Bajo el lema de “no dejar a nadie atrás”, desde la RECAINSA abrazamos la transformación digital inclusiva y en beneficio de nuestra sociedad.
Daniel Otzoy es Asesor Técnico de Salud Digital en el Centro para la Salud Digital en John Snow Inc. y coordinador de la Red Centroamericana de Informática en Salud.
Las opiniones expresadas en los artículos son responsabilidad exclusiva del autor o los autores y no representan necesariamente la posición de la Junta Directiva y del Equipo Coordinador de la Red Centroamericana de Informática en Salud.