Por: Manuel Rodriguez Arce Edición: Joseline Carías Galeano
Tal y como señala la Estrategia Mundial Sobre Salud Digital (2020-2025) de la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2021), los actores involucrados en los procesos de transformación digital de las organizaciones deben procurar que la salud digital promueva su uso accesible y apoye el acceso equitativo y universal a servicios de calidad, en tanto se mejora la eficiencia y sostenibilidad de los sistemas para brindar una atención más asequible y equitativa.
Dicha publicación señala además la importancia de la utilización de estrategias digitales para el fortalecimiento y ampliación de la promoción de la salud, la prevención de enfermedades, el diagnóstico, el manejo, la rehabilitación y los cuidados paliativos, respetando siempre la privacidad y seguridad de la información de salud del paciente.
Este contexto refiere la importancia de la implementación de tecnologías digitales para la optimización de los servicios de salud, bajo estrategias integrales y con enfoque centrado en las personas, promoviendo así la salud digital como medio para la generación de impactos positivos en el acceso, sostenibilidad, oportunidad, seguridad y calidad de estos. En su publicación La gran oportunidad de la Salud Digital en América Latina y el Caribe (BID, 2022), el Banco Interamericano de Desarrollo plantea seis dimensiones claves para la transformación digital, a saber: personas y cultura, infraestructura, infoestructura, aplicaciones y servicios digitales del sector, gobernanza y gestión y finalmente políticas y prácticas de salud informadas.
Dicho enfoque ilustra la importancia de identificar proyectos de transformación digital en el sector salud de forma integral, donde el componente tecnológico es uno de los aspectos a considerar, no obstante, los elementos de cultura, gestión del cambio y gobernanza constituyen factores críticos de éxito para la generación de estrategias de optimización en el ecosistema de salud.
Como parte de la evolución del Expediente Digital Único en Salud (EDUS), la Junta Directiva de la Caja Costarricense de Seguro Social ha incluido en la agenda de proyectos estratégicos de la Institución el Programa de Establecimientos de Salud Digitales e Inteligentes (PESDI). El PESDI se conforma de una serie de proyectos, que en conjunto permitirán a la CCSS fortalecer la transformación de los servicios iniciada con el EDUS, convirtiendo los establecimientos de salud en entornos innovadores y digitales que, mediante la optimización de procesos internos y externos, mejoran la prestación asistencial de nuestros usuarios.
La Healthcare Information and Management System Society (HIMSS, 2022) señala como elementos relevantes en su modelo de madurez en hospitales digitales la mejora en el rendimiento y sostenibilidad financiera de los establecimientos de salud, al disponer de mayores datos para la toma de decisiones basadas en evidencia. Aunado a lo anterior, la implementación de modelos inteligentes y digitales de salud mejoran la seguridad del paciente y la satisfacción del médico al reducir los errores en la atención, la duración de las estancias hospitalarias y la duplicación de pruebas diagnósticas y de tratamiento, simplificando el acceso y el uso adecuado de datos para la atención.
Lo anterior implica además el desarrollo de una visión orientada hacia la experiencia de nuestros pacientes y su viaje en el sistema de salud, optimizando no sólo los procesos desde la perspectiva de servicios asistenciales sino desde la visión del paciente como centro de nuestra atención.
Bajo este enfoque realmente inicia la transformación de los servicios de salud, generando nuevas capacidades en los equipos de trabajo clínicos, los cuales gestionarán con herramientas que les permitan tomar decisiones de forma preventiva, potenciando no sólo en el conocimiento clínico, por cuanto se incorporarán habilidades como la comunicación, el liderazgo, la gestión financiera y la ciencia de datos, en entornos multidisciplinarios y colaborativos, enfocados en la prevención (Elsevier, 2022), en tanto que se fortalece el empoderamiento de los pacientes en su cuidado de la salud, la atención personalizada y la empatía del equipo clínico en el proceso de atención.
También el Banco Interamericano de Desarrollo en su publicación, “Enfoque de la División Social y Salud para la transformación digital: Directrices y Recomendaciones” (BID, 2019), indica que la transformación digital está cambiando vidas, sin embargo, las herramientas digitales no son, y nunca serán, “balas de plata” que mejoran la calidad de vida, la seguridad y la eficiencia por su cuenta. El valor agregado de la transformación digital para la salud en el sector social es que, al aprovechar el poder de las herramientas digitales, podemos rediseñar los servicios de protección social y salud para hacerlos más personalizados para la gente de América Latina y el Caribe. Más digitalización nos permite llegar a más personas, con más calidad y usar más datos para proporcionar más y mejores servicios.
El reto es grande pero desde la Caja Costarricense de Seguro Social se visualiza un futuro con enfoque innovador y transformacional, optimizando el uso de sus recursos y promoviendo la calidad, seguridad, oportunidad y eficiencia en la prestación de nuestros servicios en un ecosistema de salud integral, incluyendo al usuario, su entorno y comunidad en el proceso de atención.
Manuel Rodríguez Arce es especialista en Sistemas de Información y Director de Proyecto del Expediente Digital Único en Salud (EDUS) en la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS).
Las opiniones expresadas en este artículo son responsabilidad exclusiva del autor y no reflejan necesariamente la opinión de la Junta Directiva y del Equipo Coordinador de la RECAINSA ONG.
LUIS GERARDO URQUIOLA MORENO