Sabemos que actualmente internet es un instrumento de gran valor para realizar sesiones de tratamiento psicológico a distancia ya sea de forma complementaria a la sesión presencial o de forma exclusiva, no obstante una cuestión de gran relevancia a tener en cuenta en el ámbito de la Tele-psicología se da en relación al campo de sus ventajas y sus limitaciones.
Aunque en términos de eficacia aún parece indudable que nada es comparable con la psicoterapia tradicional cara a cara, son muchos los pacientes que pueden beneficiarse de una “terapia a distancia” mediante el empleo de internet, y esto nos genera el interrogante: ¿Es internet una herramienta potencialmente útil para llevar a cabo una terapia psicológica?
De acuerdo a algunos de los antecedentes e investigaciones realizadas hasta el momento, estamos en condiciones de considerar que un tratamiento psicológico a través de internet puede llevarse a cabo de forma exitosa si:
- El paciente tiene dificultades para acudir a la consulta presencial con un profesional de su localidad.
- La problemática del paciente le impide inicialmente acudir al consultorio físico del psicólogo (por ejemplo problemas agorafóbicos, fobia social, etc.).
- En caso de traslados o ausencias por diversas causas.
- Si el paciente desea mantenerse en el anonimato.
- Si la problemática que presenta el paciente no le incapacita para seguir instrucciones a distancia en cuanto a la aplicación de estrategias y técnicas de cambio terapéutico.
- Si el paciente muestra facilidad de comunicación por esta vía y capacidad de concreción a la hora de intercambiar información con el psicoterapeuta sobre su problemática.
- Si el paciente aún pudiendo acudir a un psicólogo cerca de su lugar de residencia, opta por este medio por considerarse familiarizado con él y dispone de recursos internos y personales suficientes para abordar su problemática con apoyo psicoterapéutico a distancia.
- La problemática que el paciente manifiesta no tiene la consideración de grave o muy grave.
Así, vemos que para abordar un caso, debe valorarse si es más adecuada la atención presencial por alguna razón en particular y también si el paciente posee acceso y conocimiento sobre el método de terapia a distancia elegido.
En cuanto a las ventajas de la terapia a distancia podemos resaltar:
- El aumento de la frecuencia de contacto terapéutico. No es preciso que se limite a unas citas predeterminadas, sino que pueden establecerse comunicaciones más frecuentes con facilidad, si se prescriben (por ejemplo, diarias).
- El empleo de la computadora ajustado a una comunicación por internet facilita la posibilidad de archivar íntegramente toda comunicación mantenida entre psicólogo/a y paciente.
- La flexibilidad del medio, que admite múltiples formas de comunicación (chat, videoconferencia, correo, comunicación telefónica, envío de archivos, etc.), es siempre una ventaja a destacar.
- Un tratamiento mediante comunicación escrita a distancia facilita un análisis más exhaustivo del componente verbal, muy valorado en modelos y escuelas de orientación cognitiva: reestructuración cognitiva, terapia racional emotiva, enfoque de resolución de problemas, psicoterapia cognitivo-narrativa, terapia lingüística de evaluación, etc.
- Internet favorece la rapidez en la transmisión de información y facilita la comunicación, incluso en personas con déficit de conductas asertivas.
- Pueden beneficiarse de un tratamiento por internet personas implicadas en la red de redes e identificadas con los cambios que el desarrollo de las nuevas tecnologías lleva consigo. Estas personas se acomodarán fácilmente a relaciones terapéuticas “hiper-personales” lo que incrementará su motivación al cambio, su adhesión a la terapia y su percepción de autoeficacia.
- La “invisibilidad” del terapeuta y la distancia física, pueden favorecer la confidencialidad y la autorrevelación que en ocasiones condicionan las fantasía del paciente en una sesión presencial. El paciente puede verse así menos tenso, avengonzado o atemorizado si tiene la percepción de que su problema psicológico al exponerse cara a cara en una psicoterapia de corte clásico puede provocar el rechazo del psicólogo/a, por ejemplo.
- El contacto sin límite espacial. Terapeuta y paciente pueden establecer una relación independientemente de su ubicación física y la distancia que media entre ambos.
- Permite el registro literal y sencillo de las sesiones. Ello facilita el repaso de la sesión, y llegar a nuevos descubrimientos que mejoran la ayuda ofrecida al paciente.
- Permite al paciente la relectura de la sesión llevándole al afianzamiento de los avances, a nuevas reflexiones que a su vez provocarán cambios al paciente, que en definitiva es el objetivo de la terapia, así como de otros materiales online.
- Prevención primaria: Puede facilitar el abordaje temprano de casos que necesitarían asistencia psicoterapéutica y que no acudirían a los servicios de salud mental de otra manera.
- Tratamiento para personas con problemas no clínicos, que se beneficiarían de apoyo psicoterapéutico.
- Relativo menor costo.
- Permite ahorrar tiempo y dinero por desplazamientos de terapeuta y paciente, favoreciendo asimismo una mayor flexibilidad en las agendas de cada uno.
- Grupos de soporte: Puede ser la vía para formar grupos de apoyo para personas con patologías extremadamente poco frecuentes, y que serían imposibles “en persona”.
La sociedad avanza día a día, y esto incluye el espacio que ocupan las necesidades de las personas que la conforman y los medios para posibilitar respuestas a las mismas. Las nuevas tecnologías surgen como una alternativa posible y viable a la hora de evaluar las condiciones con las que cuenta la sociedad actual para ocuparse de las problemáticas de la salud en general, y de la salud mental en particular.
Estamos en condiciones de afirmar que el avance es parte de nuestras vidas y todos somos protagonistas en este camino.
Claudia Carina Oviedo es licenciada en psicología y Directora en Latinoamérica en We Doctor