Transformación digital: Una oportunidad para el cuidado de la salud mental materna

Por: Claudia Carina Oviedo Edición: Joseline Carias Galeano 

Según la Organización Mundial de la Salud, “La salud mental es un estado de bienestar en el que la persona realiza sus capacidades y es capaz de hacer frente al estrés normal de la vida, de trabajar de forma productiva y de contribuir a su comunidad. En este sentido positivo, la salud mental es el fundamento del bienestar individual y del funcionamiento eficaz de la comunidad. La salud mental y el bienestar son fundamentales para nuestra capacidad colectiva e individual de pensar, manifestar sentimientos, interactuar con los demás, ganar el sustento y disfrutar de la vida. Sobre esta base se puede considerar que la promoción, la protección y el restablecimiento de la salud mental son preocupaciones vitales de las personas, las comunidades y las sociedades de todo el mundo”

En este contexto, y dentro del mismo ámbito, considero indispensable contemplar específicamente la salud mental materna, dado el impacto que la misma tiene no sólo en la vida de la mujer-madre sino también en la de sus hijas e hijos, y por ende, en su entorno.

Así, el primer miércoles de mayo se celebró el Día Mundial de la Salud Mental Materna con la finalidad de sensibilizar a la población mundial acerca de la importancia de prevenir, detectar y brindar tratamiento a los trastornos mentales durante el embarazo, parto y postparto.En este sentido, el lema de la campaña en cuestión para el presente año 2022 fue La salud mental materna importa, destacando una realidad que nos atraviesa: las mujeres necesitan conocer los síntomas y signos de las problemáticas relacionadas con la salud mental materna y saber que no están solas, y por otro lado, incentivar que cada vez más mujeres busquen ayuda especializada y reciban el tratamiento adecuado.

Fuente: https://wmmhday.postpartum.net/

Cuidar la salud mental materna es igualmente importante que el cuidado físico durante el embarazo, parto y postparto, beneficiando al bebé y al entorno familiar, social y laboral de la mujer, puesto que, al tener ésta la tarea psicológica de “convertirse en madre”, es fundamental que no experimente angustia, estrés y ansiedad durante el embarazo y posparto. 

En el cuidado de la salud materna y perinatal es importante incluir la evaluación, atención y seguimiento de la salud mental de la madre, e implementar programas de prevención, ya que éstos apuntan a advertir la aparición de alteraciones conductuales y emocionales, a identificar a las mujeres que tienen la mayor probabilidad de que se desarrolle determinado trastorno y evitar que ocurra, o bien, aminorar la gravedad de los padecimientos una vez que se han presentado, como así también a aplicar un tratamiento y disminuir la incapacidad que acarrea a quienes los sufren.

A este respecto, la transformación digital puede contribuir a mejorar considerablemente la atención en salud promoviendo los siguientes criterios:

  • La atención basada en el valor, centrándose en resultados óptimos para el usuario a un menor costo posible.
  • Participación del paciente, quien asume un papel más responsable y activo en su proceso salud-enfermedad.
  • Asistencia personalizada al usuario.
  • Investigaciones más participativas incluyendo a mayor número de participantes y partes interesadas en el beneficio a la sociedad en este ámbito.

De este modo, la salud conectada implica un ecosistema que permite enlazar a los profesionales con los datos, vincular a los pacientes con los proveedores de atención en salud, y relacionar las prácticas a las redes, todo con el objetivo de brindar mejores resultados de atención y salud más integrados. 

Los efectos de la aplicación de herramientas digitales en el ámbito de la salud repercuten en la eficacia, la efectividad, la utilidad y el beneficio en las intervenciones realizadas a los usuarios, se evidencia necesaria una mayor asignación de recursos destinados por los gobiernos a los servicios públicos de Salud Mental y de Psicología Perinatal, para la atención a mujeres durante el embarazo, parto y postparto, en especial a las poblaciones menos favorecida que habitan en zonas rurales, fronterizas y de escaso acceso a los servicios de salud. 

Por último, la asistencia en el ámbito de la salud es una prioridad en la mayoría de las agendas de los gobiernos, y tal como lo señala la Organización Mundial de la Salud en su Estrategia Mundial sobre Salud Digital 2020-2025, la misma promueve un camino de inclusión e incorporación adecuada y sostenible de las tecnologías de salud digital en el contexto de las estrategias nacionales, con una mirada, unos objetivos estratégicos, un escenario de acción y unos lineamientos para la puesta en marcha de la salud digital con miras a la conformación de un sistema de salud digital que provea la cobertura sanitaria universal y los Objetivos de Desarrollo Sostenible relacionados con ella.

La Salud Mental no puede ni debe quedar por fuera de este marco puesto que, ante su ausencia, la persona es incapaz de desenvolverse adecuadamente en su entorno. Los avances tecnológicos en nuestra sociedad constituyen recursos de gran impacto para satisfacer y dar respuestas a las necesidades de la población en todos los ámbitos.

Bibliografía

Claudia Carina Oviedo  es Licenciada en Psicología y Co-coordinadora de la Comisión de Salud Mental Digital de RECAINSA, ONG


Las opiniones expresadas en este artículo son responsabilidad exclusiva de los expertos y no reflejan necesariamente la opinión del Equipo Coordinador de  RECAINSA, ONG.

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